Por Rosario Mendoza Corea
Alternando la venta de rosquillas matagalpinas Nicaragua) con los secretos aprendizajes de guitarra, se desarrolló la vida del compositor Josè Francisco Corea, quien hoy con màs de noventa años de vida, añora aquellas calles, los regaños de su hermana y las travesuras que a sus diez años de edad, lo llevaban tras un gran sueño, el cual finalmente cristalizó en su trayectoria.
Francisco Corea, se trasladó al puerto de Corinto )Nicaragua) y ahí formó su nido de amor con Rosita Siles con quien procreó seis hijos y se ha ganado el cariño de los corinteños, por su carisma de hombre humano, sencillo y afable.
En una simpática entrevista compartida con su “media naranja”, quien ha sido su fórmula en todo hasta en las respuestas para este reportaje, el compositor mencionaba que “tengo tantas canciones como letras tiene el alfabeto.
P.-Lo pusieron a estudiar música desde niño? R.-No, no,no –contesta Corea, como si tuviese miedo que lo escuchara su hermana Amada quien en otros tiempos lo mandaba a vender rosquillas. y agrega: “me penquiaba si se daba cuenta, porque me mandaba a vender rosquillas!!!- porque con eso nos daba de comer; ella me daba mis buenas apaleadas a veces porque no le vendía las rosquillitas”. -Se refiere a su Hermana mayor q.e.p.e.-.” Aprendí a tocar guitarra a los diez años con Napoleón Pérez , un muchacho que vivía enfrente de donde las Alvarado en Matagalpa, hijo de doña Virginia Pérez, una señora costurera”, recordó.
El autor de Bahìa de Corinto, Matagalpa, Azul, El Estibador y otras, dice con mucha humildad que èl nunca aprendió a leer música, pero que la gente lo consagró como Profesor de Música y hasta él llegaban muchas generaciones para conocer sobre este arte que lleva en la sangre, en el alma y en el espíritu, ya que dicho sea de paso sus primeros trabajos musicales los dedicó a Dios.
La Iglesia Católica en Corinto, hace uso de esta valiosa música durante las jornadas religiosas y entre las composiciones realizadas tiene en su haber “Entierro de Pobre” y “Cien años de victoria”, hechas para el Padre Azarías H.Pallais, quien es un icono del Benefactor cristiano y religioso en Corinto y en Nicaragua.
Sin embargo no todo ha sido color de rosas para nuestro personaje, ya que expresa con algún malestar que en el pasado, muchos se aprovecharon de su música y aunque no recuerda todos los casos hace mención de algunas situaciones y dice que ha grabado música y letra de sus composiciones y que años mas tarde aparecían con letra distinta pero con la misma música, en otras manos y con otra autoría.
Don José también se declara como un hombre sensible, ya que un género que gusta mucho es el romántico, con el cual ha conquistado siempre el corazón de su esposa y de sus fans en general.
Un poco desconsolado dice no saber quien le seguirà los pasos en la música,ya que de mis sucesores, todavía no veo a nadie, solo hay una nieta que le gusta la poesía y declama pero para llegar al arte de la música le falta mucho.
Padre José, El Instituto Azarias H. Pallais, Matagalpa, El rejego samulaleño, El Realejo, (la cantan en los Colegios del mismo nombre), Corinto de mis amores, Bahía de Corinto, Azul, El Estibador es una canción pícara dedicada al obrero portuario, son algunas de las producciones del álbum de este ilustre matagalpino de raíces, y corinteño por amor a este pueblo que ha aplaudido su arte.